Thursday, February 26, 2009

Un trago y un tango

Te siento como el whisky
cuando embriagas mis sentidos.
Disfrazada como muza,
fragancia de locura.

Perdido estoy
en este río de letras,
que cae silencioso
en el mar de tus ojos.

Canto entre versos
un tango solitario,
por mi cabeza en tu cuello
y por tus labios en mi silencio.

Que fluya entre nosotros
como la música en el aire,
inspirado y flotando,
perdido este instante.

Cegado estoy
y agradecido por el hecho,
en la obscuridad es cuando veo
aquel pétalo perfecto.

No puedo detenerme
en este preciso instante,
pues vivo de las horas
que contigo no parten.

Regalame un pieza esta noche
en la frescura blanca eterna
y que el cielo que nos cobija
lo bendiga en su nombre.

Mirame a los ojos
sin decirme más nada,
que disfruto y descanso
en tu calida mirada.
Una poesía en mis manos

Podré dibujar
las letras mas bonitas,
mas su corazón
solo yo conoceré.

Libérame de este cuerpo
que aun no se conocer,
y hazme sentir que simplemente vuelo
con un lápiz y un papel.

Poesía desgarrada
desde el fondo de mi ser
fluyendo como rayos
del sol al amanecer.

No quiero que me estudies
solo por saber un poco mas.
Soy como una puesta en el infinito
que solo se debe disfrutar.

Muerto por un instante
es lo que me hace revivir.
Las locuras son pasajes
del abstracto sentir

Deja estirar mis alas,
talvez me puedas acompañar
a un viaje por el desierto
de esos que tanto me gusta disfrutar.

Encontrare mi arte
en los ojos de los demás.
Poesía en mis manos,
no hay nada que analizar.

A mi amigo Daniel´s

Jack, caminante de mi otro mundo,
compañero de mi prosa,
alma de mis sueños,
y elixir de los elegidos.

Podemos embriagarnos
de la antigua filosofía
para explicar a nuestros hijos
la belleza de la luz.

Dios nos libre de perder
a ese incógnito poeta,
que se baña con tus aguas,
que vive y se entrega

Veamos como se escriben
en el aire las palabras.
Amigo, enamorado,
silencioso pensador del alma

Que por tus ojos corra el líquido
que hace navegable mi frontera,
que me pierde en el infinito
y hace que esto no sea una borrachera.

Tu temor

Mirarme a los ojos
te causa temor,
pues sabes te cautivan
de mi pecado interior.

Tu piel se eriza
buscando mi calor,
y tu lo niegas
anteponiendo a la nada el temor.

Un minuto junto a mí
se transforma en una hora.
Desesperada buscas
otra piel, otras sombras.

Pero no podrías
escapar de mi mirada,
aunque te niegues a sentir
el sabor de mi jugada.

Ya espero el instante
en que aceptes tu derrota
y me grites en silencio
que por mi siempre estuviste loca.
Tu juego

Juego un juego maldito,

un juego desquiciado,
donde las cartas del diablo
están todas de mi lado.

Adicto al sufrimiento
Caigo de nuevo entre sus redes
buscando un premio
que quizás nunca existió.

El as no lo he visto
desde que mire tus ojos
que me evitaban cobardes
y con temor angustiante.

Poeta maldito,
soltero y abandonado.
Eterno amor prohibido
y yo, yo enamorado.

Maldito el día en que te vi,
bendito el día en que te bese,
pues dejaste a este bandido
perdido en tu inmadurez.

Una canción triste
para un juego desesperado.
Las cartas de tu amor
quiero que ya caigan en mis manos.